How to stop that train of thought? ¿Cómo parar ese tren de pensamiento?
“Nothing external to you has any power over you” Ralph Waldo Emerson
Nada externo tiene ningún poder sobre ti. Ralph Waldo Emerson
Today I am not going to make a video because Saturdays are days that for me begin at 3 pm. I usually run my days like a busy ant and have no stop, except for Saturdays. But this week, in particular, has been the week of not allowing myself to follow certain trains of thoughts. You know? Those trains of thought that lead you to a place of no movement, to a place of feeling sorry for yourself, to that place of anxiety and despair because all you can think is negative and all you can see is dark. I certainly have no mastery on this, but I can share what I do.
First, I watch my body signals that indicate something is upsetting me. I become aware of how my body acts and reacts. I start getting nightmares and headaches and I know that there is something uncomfortable going on.
Then, I pay attention to my eating. Eating healthy makes me feel good, so I know that if I am having headaches and nightmares, I should check that at least this part is in order.
Third, Exercise! It is increasingly difficult to find the time and the strength to do this everyday, but these last few years have shown me how much exercise benefits my overall wellness, MIND included.
Pay attention to my thoughts! Doesn’t matter the circumstances it is how I position myself in the world what affects me. There are certain thoughts that just seem to appear: “you will never finish, you will not succeed, you are not loved, there is something wrong with you, you see... you knew you couldn’t trust x or y, don’t trust x or y, don’t ask for help, you don’t know what you are talking about...” and so on and so forth.
How to stop the train?
I know that if I allow the thought to simmer and contemplate it, or worse, feed it, I will find myself in a dark place, a place of no return when it comes to my productive and valuable time. A time that I truly cherish because I want and need to be productive most of my time. What do I do?
If I catch myself thinking this way and recognize that following the thought will initiate a vicious cycle for me, I slow down. I look at the thought and quickly tell the thought why it is wrong!
If that doesn’t work, I write my negative thought and tell the thought: I have no time for you NOW, but I will take care of you later. Later, of course, if I remember that I had it.... I tell it how wrong it is!
I look for my affirmations, the ones that assure me that I have the power over my mind.
I nourish my spirituality: what are the things that bring me peace? I take a moment, because I obviously need it, to give that to me, to enjoy my peace.
If I have given myself enough moments of peace and the thoughts keep getting back at me, I ask them... Are you serving me right now? How are you serving me? What are you hiding? What are you afraid of? I look at the logical evidences at hand and reassure myself that here is nothing to be afraid.
Reassure myself of my own worth and my love for myself.
All of these are quick pointers, double checks... They certainly help me and I am sure it will help some of you. Think about this today, share with me your thoughts, questions and comments. Remember that You are worthy!Do! Evolve! Live Being!
Love,
Jara
Hoy no haré un video porque para mí los sábados comienzan a las 3 pm. El resto de la semana corro como hormiguita entre todas mis obligaciones, excepto por los sábados. Sin embargo, esta semana, en particular, ha sido una semana de no permitirme seguir ciertos pensamientos. ¿Sabes de cuáles hablo? Ese tren de pensamiento que te lleva a ninguna parte, a ningún movimiento, a sentir pena de mí misma, a un lugar de desespero y de ansiedad porque todo lo que pienso es negativo y todo lo que veo es oscuridad. Ciertamente no tengo todas las respuestas, pero quiero compartirte consejos que me han funcionado a llevar esta fiesta de pensar, en paz.
Primero, observo las señales de mi cuerpo que me indican que algo me está molestando. Pongo atención a cómo mi cuerpo se siente, actúa y reacciona. Por lo general, a mí me dan dolores de cabeza, tengo pesadillas y mucha tensión en el cuello. Ya sé que si comienzo a tener pesadillas y dolores de cabeza hay algo que me está haciendo sentir incómoda.
Presto atención a mi comida. Comer saludable me hace sentir bien, de manera que si comienzo a tener pesadillas o dolores de cabeza, debo verificar que esta parte de mi vida esté en orden.
Tercero, ¡el EJERCICIO! Es increíblemente difícil encontrar el tiempo y la energía para hacer esto todos los días, pero estos últimos años me han enseñado cuánto el ejercicio beneficia mi bienestar, MENTE incluida.
¡Presto atención a mis pensamientos! No importa cuáles sean las circunstancias de mi vida, lo que más afecta mis pensamientos es la manera en la que me coloco frente al mundo. Hay ciertos pensamientos que parecen aparecer de la nada: “nunca vas a terminar, no lo vas a lograr, no vas a tener éxito, no eres amada, hay algo mal contigo, ves? ... sabías que no podías confiar en esa persona, no confíes en nadie, no pidas ayuda, no sabes de lo que hablas...” y así sucesivamente.
¿Cómo parar el tren?
Yo sé que si permito a uno sólo de esos pensamientos que prevalezca y permanezca y lo contemplo o, peor, si lo alimento, me voy a encontrar en un lugar oscuro, en un lugar de no regreso cuando se trata de mi valioso tiempo de productividad. Un tiempo que realmente atesoro porque quiero y necesito ser productiva la mayor parte de mi tiempo. ¿Qué hago?
Si me cojo pensando de esta manera y logro reconocer que si sigo ese pensamiento comenzaré un ciclo vicioso para mí, desacelero. Me detengo, miro el pensamiento y le digo por qué está equivocado.
Si eso no me funciona, escribo mi pensamiento negativo y le digo al pensamiento: No tengo tiempo para ti AHORA, pero me encargo de ti horita. Luego, si me acuerdo del pensamiento, claro está, le digo cuán equivocado está.
Busco mis afirmaciones, aquellas que me recuerdan que tengo poder sobre mi mente.
Nutro mi espiritualidad: ¿cuáles son las cosas que me dan paz? Tomo un momento, porque, obviamente, lo necesito para darme esas cosas, para disfrutar de mi paz.
Si me he dado suficiente de esos momentos de paz y continuo teniendo esos pensamientos, les pregunto: ¿Para qué me están sirviendo en este momento? ¿Cómo me están sirviendo? ¿Qué están escondiendo? ¿A qué le tienen miedo ustedes? Luego, miro mis evidencias lógicas y me recuerdo que no hay nada que temer.
Me recuerdo mi valor propio y mi amor por mí misma.
Todo esto son claves y cosas para verificar... A mí me ayudan y estoy segura que ayudará a alguno de ustedes. Piensa sobre esto hoy y comparte conmigo tus preguntas, tus pensamientos y tus comentarios. ¡Recuerda que tú vales mucho! ¡Haz! ¡Evoluciona! ¡Vive Siendo!
Con cariño,
Jara